martes, 9 de octubre de 2012

Fallece Paul Hunter 09-10-2006



EN UN 9 DE OCTUBRE DE 2006…            FALLECE PAUL HUNTER
 
La carambola del destino


Hay quien piensa que es sólo una distracción de británicos con alguna “Ale” de más que matan las horas muertas en el pub tratando de embocar bola roja tras bola roja. Para otros, es un programa de relleno en la escaleta de Eurosport. El snooker, es algo más que todo eso, un desafío a la geometría, y una tortura para la mente. La diferencia entre el éxito y el fracaso es una cuestión de milímetros. Mantener ese nivel de concentración durante las horas que puede durar una partida requiere una preparación mayor que la de beber caldo de cebada. El snooker es uno los deportes con mayor audiencia televisiva del mundo, gracias a la difusión de un juego eminentemente británico, a la potencia emergente China.

Hablar de este juego, es hablar de su torneo de mayor prestigio, el campeonato del mundo. Cada mes de Mayo, el teatro Crucible de Sheffield, es el teatro de los sueños de pocos, y las pesadillas de muchos. Ha sido testigo del reinado de Steve Davis, de la dictadura de Stephen Hendry, del quiero y no puedo de Jimmy White, de la magia de John Higgins, o del snooker hecho arte de Ronnie O’Sullivan. Miles de partidas se han jugado, pero una de las que más recuerdan los aficionados fue la semifinal de 2003, entre Ken Doherty y Paul Hunter.


http://english.peopledaily.com.cn/200612/31/images/xinsrc_5321203310948234893241.jpg 


En un país que vitorea a deportistas como Padraig Harrington , Brian O’Driscoll o Sean Kelly, entre otros, Ken Doherty no es ningún deshonor en esa lista. Decenas de miles de dublineses acudieron a recibirle al aeropuerto tras ganar el campeonato del mundo en 1997. Su rival, Paul Hunter, veinte años más joven, lideraba la nueva generación de jugadores, y tras ganar dos torneos el año precedente, parecía estar ante su oportunidad de ser campeón del mundo visto su nivel de juego desde la primera ronda. 

Hunter ganaba por 15-9 y sólo necesitaba ganar dos frames más para  sellar su billete a la final. Doherty, no iba a rendirse, pues había ganado dos partidos en ese torneo remontando desde atrás, y así lo demostró al ganar las dos siguientes mesas para ponerse 15-11. En el vigesimoséptimo frame, Hunter sólo tenía que embocar una bola amarilla, recta para quedarse a tan sólo uno de ganar el partido…  pero falló. Doherty limpió la mesa (15-12) y ganó otras dos más para ponerse a sólo una de desventaja. ¿Cómo podía Hunter dejar pasar esta oportunidad?




Por fin, reaccionó el inglés y robó una mesa que Doherty tenía encarrilada para tomar oxígeno, 16-14. Hunter sólo tenía que ganar un frame más, Doherty tenía que ganar los tres posibles restantes. En la siguiente mesa, KenDo tenía un tiro comprometido sobre azul. Era un tiro de “todo o nada”. Si embocaba, ganaba el frame, y si fallaba, Hunter tendría que embocar tres bolas muy sencillas. Golpea seco, la bola toca los dos picos de la tronera y sale despedida hacia el centro. Doherty había fallado… o no. La bola azul entra por el centro de la tronera central en una carambola increíble. Al final, Doherty se adjudicó aquel partido, una de las mayores remontadas de la historia de este juego. El destino había sido esquivo con Hunter, pero le reservaba una crueldad desproporcionadamente mucho mayor.

Dos años más tarde, Paul Hunter, anunciaba su retirada para seguir tratamiento de quimioterapia de un tumor de colon. La enfermedad le sobrevino en su mejor momento profesional, pues era cuarto del ranking mundial (su mejor clasificación) y también personal pues su mujer Lindsay estaba embarazada de una niña. En cuanto los médicos le autorizaron, quiso volver al circuito profesional, pese a que todavía sufría efectos secundarios del tratamiento, en ocasiones en el transcurso de las partidas. A pesar de sus esfuerzos, su nivel de juego ni se acercaba al que tenia antes de enfermar.


 
 El 9 de Octubre de 2006, pocos días después de su vigesimoctavo cumpleaños, Paul Hunter falleció. Ese mismo día, algunas de las estrellas del snooker que se daban cita para jugar un evento de la Premier League, no podían contener las lágrimas durante el minuto de silencio en su memoria. En gran medida, ha sido la labor de sus compañeros la que ha permitido que su legado siga vivo seis años después apoyando iniciativas como el Paul Hunter Classic, o la Fundación que lleva su nombre. Termino con unas palabras de su rival, y amigo, Ken Doherty: “Yo le impedí ser campeón del mundo, y aquello fue una lástima. El destino le ha impedido ser padre, y esa es la peor tragedia


Fundación Paul Hunter: http://www.paulhunterfoundation.org/

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